Las ausencias conforman «Espectres», el nuevo álbum de Helevorn

¿Os acordáis de 2019? Ojo ahí, ¿eh? Por aquellas Helevorn publicaron Aamamata, su cuarto disco de estudio. La cosa les iba realmente bien, lo presentaron en casa, junto a los daneses Saturnus y los mallorquines Aeolian, frente a bastante público. El disco funcionó realmente bien (dentro de lo que consideremos «bien» en un género minoritario como es el Doom Metal, entiéndase) e incluso esa primavera se largaron de gira por Canadá mientras les seguían surgiendo fechas por el viejo continente. Todo bien.

Pero, maldita sea, todo se tiene que torcer. La pandemia nos pasó por encima a todos y Helevorn no fue excepción. Una vez salimos de ese proceso, los problemas continuaron. Según palabras del seno de la propia banda, empezaron a surgir grietas internas. Nada personal, pero empieza a haber un vacío extraño. No se da un paso para ensayar, desaparece la ilusión… y se toman decisiones. Decisiones que, cada una por sus razones, en las que tampoco hace falta ahondar, acaban con cuatro miembros de seis fuera de la banda.

Ahí es cuando Josep Brunet (vocalista) y Sandro Vizcaíno (guitarra), tras un periodo en el que se les llegó a pasar por la cabeza abandonar, se reagrupan. Poco a poco, a ritmo de Doom, Helevorn resurge con la entrada de dos fervientes seguidores de la banda como son Pedro S. Bonnin (Battlehorn, Ancient Realm, Kromiusa, etc) al teclado y Álex Correa (Devouring, Cerosity, Impur…) a la guitarra, junto a la posterior incorporación de Jose Manuel Rubio al bajo. Estos nuevos miembros aportan su punto en la composición desde el primer minuto, añadiendo aspectos nunca antes explorados por la agrupaciój y que, por fin, cinco años y medio después, dan forma a Espectres, el quinto álbum de Helevorn.

En Espectres recuperan las raíces de su sonido, dejando de lado la epicidad que podía contener Aamamata para regresar a un Doom de un rollete mucho más noventero. Saben que no van a reinventar la rueda, de hecho ya ni les apetece, por lo que van a centrarse en hacer lo mejor posible aquello que ya saben hacer, y bien que me parece.

Como de costumbre en Helevorn, no se trata de un álbum conceptual como tal, pero sí que gira en torno a una misma idea sin centrarse exclusivamente en ella. Sobre la idea que envuelve este Espectres, y resumiendo un poco, Josep, en el programa de radio El Fantasma de la Opera, comentó lo siguiente:

Yo iba con mis libros, mi bloc de notas en el tren… y por primera vez tomo como referencia un autor: Mark Fisher, con su libro Los Fantasmas de Mi Vida. Uno de los grandes críticos musicales del Reino Unido de principios de los 2000. Y en este libro, él citaba mucho al filósofo francés Jacques Derrida, quien acuñó el término de la «hauntología». La hauntología se refiere a que somos realidad debido a las ausencias que tenemos, ya sea a nivel personal, de relaciones, de política… y eso son los espectros. Pensamos en cómo nos afectan las cosas en realidad aunque no existan.

Entre los cortes más destacados del disco podemos encontrar cositas como «Signals», donde la banda muestra su lado más gótico con un teclado algo orientado a la electrónica, dejando lo más parecido a un single. Le suma un plus el enorme solo de guitarra de Biel Gayà (Trallery). Le sigue «When Nothing Shudders», uno de los puntos fuertes del álbum. De hecho es la favorita de los miembros nuevos de la banda, curiosamente no tanto así de los dos clásicos. Un tema muy completo, con un inicio que te va preparando para el apocalipsis, con un dramatismo muy bien apoyado en el gran trabajo de batería que realiza Sebas Barceló (Trallery).

Luego tenemos «L’Endemà», interpretado completamente en catalán, donde la banda saca toda su expresividad, concretamente en las voces tanto de Josep, que se estrena haciendo guturales en su lengua materna, como de Inés González, cuya colaboración da el plus definitivo al tema. Sin menospreciar el resto del álbum, este cierra con «Children Of The Sunrise», un tema que iba a ser únicamente teclado y voz, pero que al llevarlo al estudio con Miguel Ángel Riutort ‘Mega’ vieron que tenía potencial suficiente para meterle más elementos, dejándolo como lo encontramos en el final del disco. Encima cuenta con la colaboración de Thomas A. G. Jensen de Saturnus, por lo que cuesta encontrar un cierre más adecuado para Espectres.

Total, que la que seguramente sea la banda más internacional de Metal de las islas sigue su curso. Superando baches, dudas y autopresiones, Helevorn regresa con un nuevo álbum que mantiene toda su esencia, rescata aspectos de sus raíces y explora nuevas vías. Todo sin que quede un churro, que tiene mérito (palabras suyas, también). Al final, un disco que se mantiene perfectamente a la altura de su extensa carrera.

La presentación oficial de Espectres tendrá lugar este sábado 21 de septiembre en el Teatre de Lloseta junto a Marasme.